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Un día Invisible para los desaparecidos

Matías Alonso. Coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica. Miembro de la Plataforma por la Comisión de la Verdad

 

Madrid, 30 de agosto de 2016. Ignoro quién sugirió la fecha del 30 de agosto para recordar a las víctimas de desaparición forzada, pero si de aumentar su invisibilidad se trataba creo que lo consiguió plenamente, al menos en medio mundo. El 30 de agosto, en gran parte de Europa el personal suele estar más preocupado por aterrizar lo mejor posible tras las vacaciones o el colegio de los niños que por un problema que se presenta más propio de lejanas selvas y desiertos donde habitan indios, negros, moros y demás etnias exóticas que para quienes se tienen por arios nacieron para sufrir esos problemas.

Esta misma Europa no está para dar lecciones a nadie en cuanto a desaparecidos; los tenemos en nuestros campos por centenares de miles, incluso más que tienen aquellos indios y negros en sus países, con la posible excepción de las víctimas actuales de la acción asesina del DAESH contra los propios musulmanes. Nosotros tenemos cerca las guerras en los Balcanes y países del antiguo bloque soviético, con miles de desaparecidos aunque para ellos existe una política de recuperación y reparación.

Pero hay un país que sigue superando a todos ellos, cuyo Gobierno pronuncia cada año sentidos discursos donde siempre se refiere a los desaparecidos de otros y asegura tenerlos muy presentes en sus oraciones. Se trata de nuestra España, donde gobierna un señor que ya en 2008 prometió que cuando él gobernase “no dedicaría ni un euro público a las fosas de la guerra”. Rajoy representa muy a gusto a sus amigos casi arios que piensan que lo natural no es sólo que aquellos indios y negros se corten el cuello entre ellos y estén tirados por campos lejanos… para la derecha española también es lo natural que centenares de miles de españoles sigan aún tirados como perros por cunetas y barrancos; doy fe de que se siguen ofendiendo cada vez que logramos sacar alguna víctima y cerrar heridas de los centenares de miles de “muertos en vida” que son sus hermanos, esposas e hijos que aún existen arrastrando historias de exclusión, acoso y miseria.

Nuestras víctimas vivas nunca tuvieron la suerte de aquellas otras de los Balcanes, de las selvas americanas donde existen políticas de Verdad, Justicia y Reparación; para estas de aquí solo habrá un sentido discurso como todos los años... o no… porque Rajoy estará muy ocupado en esta precisa fecha. Ni una mala palabra, ni una buena acción; el Gobierno de España sólo tiene olvido y exclusión para 150.000 desaparecidos mientras sigue manteniendo a Baltasar Garzón expulsado de la Carrera Judicial por haberse atrevido a juzgar al franquismo a petición de miles de víctimas vivas que buscan aún cerrar sus heridas; un juez al que los genocidas de aquí y de aquellos países de las lejanas selvas y desiertos no perdonan haber puesto en aprietos a Pinochet y a otros causantes de miles de desapariciones, simples aprendices de sus maestros españoles que no toleran la simple aplicación de las leyes y Compromisos internacionales ratificados por el Estado español.

Aquí sólo nos queda la esperanza de lo que puedan hacer las Comunidades Autónomas para acabar con la injusticia. Andalucía, Euskadi, Navarra… son el ejemplo a seguir; el Gobierno (si sigue Rajoy) ni está ni se le espera; seguro que en su discurso de todos los años hará votos contra la barbarie de tanto desaparecido en Sudamérica, en África o Asia… o no… ¡qué crueles son aquellas sociedades!