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Economía y política, los enemigos de la Jurisdicción Universal

Madrid, 21 de mayo. El vicepresidente de FIBGAR Shlomo Ben Ami ha moderado este encuentro que ha denunciado el domino de la economía en cada una de las esferas de la sociedad, cómo estos condicionamientos rigen las relaciones diplomáticas y judiciales entre los estados y su supremacía sobre los Derechos Humanos.

De este modo, Ben Ami ha evidenciado la dicotomía actual que existe entre los países emergentes y los estados occidentales, una división que se asienta en el poder económico y se aleja de los valores humanos.

 “Parece que solo se sientan en los banquillos los países que no son potencias mundiales. Cuando se trata de China, el orden y la estabilidad está por encima de los Derechos Humanos”, ha lamentado Ben Ami, quien también ha señalado que “si Estados Unidos salió mal parado de la Guerra de Irak no fue tanto por las víctimas como por la ilegitimidad de la acción bélica”.

Tras él, Ariel Dulitzky, miembro del Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias de las Naciones Unidas, ha exigido la regulación universal de la JU; ha acotado las limitaciones de este derecho y  ha diferenciado los actores que intervienen en el ejercicio de la JU.

De este modo, las organizaciones; las víctimas de crímenes internacionales; la comunidad internacional, y los tres poderes principales (judicial, legislativo y ejecutivo) son, según Dulitzky, los principales actores que deben comprometerse con el cumplimiento de la JU y es “la falta de acuerdo entre estos actores” la que limita las posibilidades de este derecho.

El magistrado de la Corte Suprema de Argentina Raúl Zaffaroni ha valorado las influencias de los poderes económicos en las relaciones judiciales y las dificultades a las que se enfrenta la JU durante su aplicación.

“Debemos vacunarnos ante todas estas dificultades que nos presentan porque corre el riesgo de que se conviertan en elementos capaces de promover el escepticismo respecto del principio de JU y deslegitimizarlo”, ha declarado.

Asimismo, Zaffaroni ha denunciado que el poder punitivo continúe siendo selectivo y ha afirmado que “todo genocidio es el ejercicio de un poder sin límites”.

Por último, el magistrado ha felicitado la labor del juez Baltasar Garzón por su puesta en funcionamiento de la JU respecto al proceso argentino y ha denunciado la violación de la independencia del poder judicial en el sistema español.

 “La legitimidad de la JU no emerge de ningún proceso selectivo sino que emerge del fundamento de hacer efectivo el proyecto de orden jurídico humano, de acuerdo al artículo I de la Carta de los Derechos Humanos”, ha concluido.

Presentación del documental “Gotas que agrietan la roca”

Antes de este panel de debate se ha presentado el documental y libro-DVD “Gotas que agrietan la roca”, obra de Antonio Girón Serrano que realiza un recorrido por los casos más emblemáticos del Colectivo Abogados José Alvear Restrepo de Colombia.

Tras la proyección, Luis Guillermo Pérez-Casas, el juez Baltasar Garzón y el catedrático de derecho Manuel Ollé Sese han acompañado al director con una  breve tertulia sobre la situación actual de este país.