BLOG > La historia de una televisión devastada

Era la mañana del 29 de noviembre de 2013, la policía entraba en la sede de la Radiotelevisión Valenciana para desalojar a los trabajadores y poner fin a las emisiones de Canal 9 y Ràdio 9. Días antes, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, había anunciado el cierre de RTVV después de que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana declarase nulo el ERE por el que había sido despedido el 70% de la plantilla. El cierre de RTVV supuso un hecho histórico para el periodismo y los medios de comunicación públicos de nuestro país, cuyo único precedente a nivel europeo lo encontramos en el cierre de la Radiotelevisión pública de Grecia.
En el contexto de crisis económica y social que vive España y Europa, las medidas económicas de ajuste y reducción del gasto público han hecho que los gobiernos de los Estados disminuyan la inversión en servicios públicos. Los recortes en sanidad, educación y servicios sociales nos han acompañado durante los últimos años. Así, los medios de comunicación públicos también se han visto afectados por la tijera de la austeridad. El mejor ejemplo de ello, el cierre de RTVV.
Sin embargo, no parece que el mantra de la austeridad haya sido el único causante de la desaparición de RTVV. Abundantes dudas sobre su financiación y sus gastos, su relación con la trama Gürtel o las evidencias de una información manipulada parecen haber contribuido a su cierre. Un año después, un documental realizado por los propios protagonistas de esta historia nos cuenta el relato de una televisión devastada.
’12:19 Temps de Silenci’ profundiza en las causas del cierre y desmantelamiento de RTVV tras 24 años de emisión. A través de las opiniones de más de 30 entrevistados entre los que se encuentran teóricos, políticos, jueces, periodistas y trabajadores del ente público, se detalla el control político que se ejercía sobre RTVV, el despilfarro de dinero así como las razones por las que se toleraban tales prácticas. Para ello, se lanza dos preguntas que tienen que ver con el papel que el medio de comunicación público valenciano ha jugado en la trama de corrupción Gürtel y por otro, su utilización como medio de propaganda.
Respecto a la relación de RTVV con la trama Gürtel, el periodista Sergi Castillo explica como la trama de corrupción salpica al ente público mediante diferentes negocios como el de las pantallas de vídeo de la visita del Papa en 2006. Baltasar Garzón, presidente de FIBGAR, señala la existencia de indicios que señalan que Canal 9 fue utilizado de forma fraudulenta y destaca la necesidad de investigar lo ocurrido. Otras voces como la de José María Jiménez, del departamento económico RTVV, narran los negocios con productoras afines o el gasto de millones de euros en pago de intereses.
Los testimonios sobre la manipulación de la información y el uso de RTVV como medio de propaganda para el Gobierno de la Generalitat también son escandalosos. Julià Álvaro, periodista de Canal 9, califica la manipulación informativa existente en el canal como un “control absolutamente dictatorial”. Clara Castelló, presentadora y periodista de la cadena, detalla como el jefe de informativos recibía llamadas que marcaban la forma en la que debían darse las noticias y de que podía informarse o no. El propio Iñaki Gabilondo, que reflexiona sobre la dependencia de los medios de comunicación ante los poderes financieros, califica el cierre de la RTVV como una “deshonra a la profesión”. Otro ejemplo de este control de la información lo podemos ver en el tratamiento que se dio al accidente del Metro de Valencia. Tanto las víctimas de aquel suceso como sus demandas fueron completamente ignoradas por RTVV, eludiendo su labor como servicio público y su responsabilidad con los ciudadanos valencianos.
Ambos problemas, la corrupción y la manipulación informativa nos alertan de una falta de valores éticos en nuestra sociedad. Los ciudadanos merecen unos medios de comunicación públicos de calidad, eficientes y con labor de servicio público, respetando siempre el derecho a la información y la libertad de expresión. Pero también son los propios ciudadanos quienes deben velar por sus derechos. Como señala en el documental la periodista Rosa María Calaf, “si no hay un castigo social de las conductas irregulares no construiremos una sociedad sana”.
El documental ’12:19 Temps de Silenci’, dirigido por Vicente Sanz y Jesús Moreno, se estrena mañana 28 de noviembre a las 20 horas en la Facultad de Filología, Traducción y Comunicación de Valencia. Una oportunidad para descubrir cómo la información y los medios de comunicación también pueden utilizarse en beneficio de unos pocos y contra los derechos de los ciudadanos.
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